Me levanto pensando en que un nuevo día acaba de llegar, hoy puede ocurrir lo más deseado por mí desde hace dos años.
Mientras me aseo pienso en ello, y a la ahora de vestirme me convierto en la mujer más feliz del mundo pensando que hoy todo acabará y que por fín celebraremos el año nuevo juntas. Sin la odiosa comida del hospital, los ATS interrumpiendo constantemente en la habitación y esa joven china a punto de cruzar la línea de la muerte a causa de un complicado parto.
-Vaya, estás guapísima mi vida.
-¿Has visto abuela? Estoy estrenando este vestido que me compré un día antes de tu operación, aún no he tenido tiempo de estrenarlo...
-¿De veras piensas que hoy se acabará todo? El doctor me dijo que el tumor se estaba extendiendo por el cuerpo muy rápidamente.
-Abuela-me siento sobre el borde de la cama-hoy es treinta y uno, cuando sea medianoche comenzará una vida nueva, adiós a esta habitación, a los médicos, al quirófano... Viviremos en tu casa, ¡hasta que las ranas críen pelos!. Mírame a los ojos, saldrás de esta, créeme.
-No te prometo nada querida-me respondió ella con su débil voz.
Al llegar a este punto de la historia me siento incapaz de continuar... no hace falta que lo escriba, pues todos os imagináis el final.
Año nuevo... vida nueva. Aquella mujer con su piel del tiempo arrugada, perdió la batalla con la que llevaba años luchando, apenas sobrevivió al festival de <<los mejores recuerdos del 2061>>. A las 17:30, el corazón de mi abuela dejó de latir, aquella mujer que tanto dio por mí se dirigía hacia la famosa luz blanca.
Mientras ella, felizmente, se reunía con los suyos... yo exparcía sus cenizas en los jardines del Champs Elysées, el mismo lugar donde quinze años atrás fue enterrada su amada esposa Catherine.
flipante !! sin palabras ..sigue asi
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