sábado, 3 de septiembre de 2011

Miremos al pasado y observemos todo lo perdido.

   Como una montaña rusa, o tal vez como las Cataratas del Niágara, así es como yo me siento. Justo ahora que voy a poder hacer realidad uno de los numerosos sueños que he tenido a lo largo de mi vida, tengo miedo. Ese miedo que se puede comparar con la misma sensación que tienes al acercarte al borde de un gran precipio con la duda de: ¿Me caeré, o seré capaz de tirarme y pensar que todo esto no ha sido más que un sueño?
   Lo suyo sería echar la mirada atrás y salir corriendo, en busca de esa vida fácil que tuvimos, pero no, esta vez no hay escapatoria debes de seguir adelante. Pero aún así, continuas dudando, y odias con toda tu alma esas minúsculas gotitas de agua que forma la cola del monstruo del agua al sumergirse en el océano; allí abajo donde no hay fondo del mar. Esas gotitas de H2O que no duran ni un segundo vivas, pero que te impiden ver tu futuro con claridad.
   Entonces debes ponerte una tirita ahí, donde más te duela, y hacer caso omiso de ese miedo. Hay que seguir adelante pese lo que pese. Una nueva vida está a punto de comenzar y al final de ella... encontrarás la felicidad. Al fin y al cabo, el camino puede llevar muchas espinas pero en las raíces podrás observar un mundo lleno de ilusión, experiencias, alegrías y ganas para llegar al fin de la meta.

1 comentario:

  1. Este me ha gustao xD
    Yo también tengo miedo... pero el miedo a veces hace que nos paralicemos demasiado y no nos deje andar y así no hagamos lo que realmente sí que somos capaces de hacer.

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